Humedad por Capilaridad
Es la que aparece en las zonas bajas de las edificaciones, tanto en el interior como en el exterior, debido a la absorción por parte de los materiales de los muros, del agua del terreno. Las sales contenidas en el agua, afloran en forma de manchas blanquecinas degradando el soporte. La solución a este problema, es realmente compleja, dado que evitar ese contacto del agua con las paredes es casi imposible. Nos centraremos entonces en evitar al máximo las consecuencias negativas. Necesitamos que tanto los morteros como los revestimientos que vayamos a aplicar en los paramentos, sean lo más transpirables posibles, para permitir la evaporación del agua, y retener las sales en el interior. Para el exterior además de la transpirabilidad antes comentada, necesitamos que el revestimiento elegido sea también impermeable, para que el agua de lluvia no penetre y agrave el problema.
Humedad por condensación
Se produce cuando en el interior de la edificación hay vapor de agua (muy habitual en Asturias) y entra en contacto con los soportes. Este fenómeno se acentúa en invierno. Dependiendo de la cantidad de humedad y el contraste de temperatura del interior y del exterior se generará la condensación en mayor o menor medida. Esta consiste en que el vapor de agua se licúa, creándose pequeñas gotas de agua, que favorecen la aparición de mohos. Dependiendo de la intensidad de proliferación de estos mohos, optaremos por una opción más o menos enérgica, basada en general en una desinfección exhaustiva de las zonas (no basta con una limpieza superficial ), la aplicación de pinturas altamente transpirables y con aditivos antimoho, y en casos más complicados tendríamos que revestir las paredes y techos con emplastes anticondensacion y acabar con pinturas también anticondensación.
Humedad por accidentes
Nos referimos a las filtraciones de agua causadas por roturas de tuberías o fugas de diversa índole. No hay mucho que decir sobre esto, simplemente, después de subsanada la causa que provocó la filtración, habrá que esperar a que el soporte este bien seco, sanear la superficie y si ha dejado algún tipo de mancha, aislarla antes de proceder a dar el acabado deseado.